Ideas.

* El material para manualidades es caro, muy caro. En las tiendas especializadas puedes encontrar auténticas maravillas, pero es muy posible que al ver el precio se te quiten las ganas de decorar esa caja tan bonita o esa figurita tan mona. Por eso hay que ir de tiendas con la mente abierta. Ikea, por ejemplo, es un filón: cualquier superficie blanca o de madera en crudo (sobre todo si no está protegida con aceite) es susceptible de ser decorada. Lámparas de plásticos, marcos de fotos de diferentes materiales, cajas, revisteros, espejos... todo se puede tunear con un poquito de trabajo. Los "chinos" o tiendas similares también suelen tener mucho material por descubrir. Quizá, sólo quizás, la calidad no sea tan buena (suele notarse en los cierres y visagras), pero cuando el precio es 3 o 4 veces inferior, merece la pena hacer la vista gorda, ¿no?

* Imitar el efecto vidriera es relativamente fácil con las pinturas que hay hoy en día, pero puede resultar caro. Una manera más barata de conseguirlo es pegar el dibujo sobre un espejo y barnizarlo con barniz cristal. Al secar, adquiere un tono semi trasnparente y queda precioso. 

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